AUTODEFINIDO

_"La única carta de recomendación que necesitamos son ustedes mismos. Sus vidas son una carta escrita en nuestro corazón; todos pueden leerla y reconocer el buen trabajo que hicimos entre ustedes. Es evidente que son una carta de Cristo que muestra el resultado de nuestro ministerio entre ustedes. Esta «carta» no está escrita con pluma y tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente. No está tallada en tablas de piedra, sino en corazones humanos.

*2 Corintios 3:2‭-‬3 NTV"*_


Esperando para volver a casa después de unos días de viaje, compré una revista con crucigramas, autodefinidos para pasar el tiempo, tengo todavía unas horas para salir.

Me siento en la sala de embarque y me dispongo a completar los casilleros de un autodefinido y automáticamente se me vino a la mente el pasaje que está de encabezado y de nuestra inevitable responsabilidad: ser cartas para todos los que nos ven.

Pensaba en lo que dice el Apóstol Pablo en este punto, donde destaca todo el trabajo que hace Dios a través de sus siervos, donde lo más importante es sin dudas mostrar a Cristo.

Me llamó la atención que tal como el autodefinido, nuestras acciones, nuestro hablar, nuestro caminar en este mundo, nuestra relación con Dios y nuestra relación con los demás está relacionado todo entre sí, como si fuéramos un autodefinido completo, mi manera de hablar complementa y define mi forma de pensar, o cuando mis actitudes con los demás son el fiel reflejo de lo que pienso de Dios. *Qué desafío que otros nos lean y puedan ver a Cristo en cada palabra que está escrita sobre nosotros, que Cristo se encuentre en las horizontales, verticales, oblicuas, en todos lados de nuestra vida.*


Oración:

Papá amoroso, nos comprometemos hoy a escribirte en cada parte de nuestro ser, en cada palabra de esta carta que somos y que otros leen, para que tu nombre esté sobre todas las cosas e ilumine la oscuridad.

*¡En tu nombre Jesús! ¡Así sea!*

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