DIME A DONDE VAS Y TE DIRÉ QUIEN ERES

_"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Porque no recibisteis un espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que recibisteis el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡ABBA, PADRE!_

Romanos 8.14 y 15

En una sociedad dónde la gente se diferencia de acuerdo a su forma de pensar, tanto política como social, identidad de género y demás, nadie pone en tela de juicio su identidad en base hacía dónde va sino en base a lo que está haciendo en este mismo instante.

Hoy apoya a un sector político, mañana será otro, apoya a un sector social. Este tipo de personas se dejan guiar, son seguidores de quienes deciden poner al frente de sus vidas.

Esta palabra me confrontó duro esta semana y me pregunté: cómo los demás saben si soy hijo de Dios o no? Será por mí manera de hablar? Será que me vieron salir del templo el domingo al medio día?

Lo que da testimonio de que soy hijo, es la capacidad que tenga yo de aprender a delegar mis caminos, mi presente y futuro al mejor guía, este es el Espíritu Santo de Dios. 

Estoy caminando, estoy yendo hacia algún lado, eso es seguro. _Ahora, estos pasos que doy, dan testimonio de la relación que tengo con mí Papá?_

Oración:

Hermoso Cristo, amado mío, somos tus hijos y damos testimonio de eso con nuestros pasos, porque no vamos como quien da pasos en la oscuridad sino que vemos al Espíritu Santo guiándonos en cada momento.

Seguimos luchando por darte el control total, no hay mejor guía para mí vida que tu mano señalándome hacía dónde debo ir.