PREPARADOS, APUNTEN....FUEGO!

_“Porque aunque vivimos en la carne, no militamos según la carne. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destruccion de fortalezas, derribando razonamientos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo, estando dispuestos a castigar toda desobediencia, cuando sea completa vuestra obediencia” 2 Corintios 10:3-6._


Cada vez que leía este pasaje, me imaginaba una guerra entre el ejército de la carne y el ejército del Espíritu, donde la carne atacaba constantemente al Ejército del Espíritu, ataques de todo tipo y nosotros ahí en las trincheras indefensos, siendo cuidados y protegidos tal vez por otros más valientes, buscando sobrevivir a esa terrible batalla.

Interpretaba una guerra donde mi actitud era defensiva pero pasiva, aguantando los embates del enemigo.

Esto está muy alejado del sentido con el cual Pablo escribió estas líneas, prestemos atención a los verbos que utiliza: Derribar, Destruir, Llevar cautivo, castigar y obedecer.

La verdadera lucha contra la carne y nuestros deseos malos, no nos tiene que encontrar pasivos, es más, tenemos que ir directamente a derribar esas fortalezas, estar alertas, atentos, proactivos, hábiles para darse cuenta, siendo obedientes pero luchando, no de manera pasiva como quien espera el cimbronazo, sino como un soldado que va al frente, sabiendo que esas armas con las cuales estamos equipados, son las armas que el mismo Dios nos dió para que demostremos que somos confiables y determinados.


Oración: Gracias amando hermoso por tu palabra, que nos edifica pero también nos desafía, nos posiciona en un lugar distinto, no como oidores sino cómo ejecutivos de tus deseos y propósitos.

En este día, tomo las armas y apunto, miro mi interior y busco, si algo hay que derribar, ahí estaré en el nombre del que jamás perdió una batalla: CRISTO.

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